Al margen del instrumento del que estemos hablando, ciertas zonas del espectro tienen sensaciones subjetivas asociadas:
Un realce en las frecuencias en torno a 31-125Hz da sensación de fuerza y potencia. En los 125-400Hz encontramos la calidez y el cuerpo de muchos instrumentos. En torno a los 400-600Hz hay mucha riqueza en el sonido, pero un exceso de estas frecuencias puede hacer que la mezcla suene turbia y confusa.
Los 1000Hz confieren un sonido nasal, mientras que alrededor de los 2kHz los instrumentos ganan en dureza e intensidad. La zona alrededor de los 3-6kHz es muy importante, ya que es la más sensible del oído humano y proporciona presencia, definición, excitación.
Realzar la banda de los 8-12kHz aporta brillo, aunque en exceso puede exagerar la sibilancia. Mucha gente define las frecuencias a partir de los 12kHz como la zona del "aire" y ligereza.
Roger Montejano