Conexionado y Problemas en los Altavoces

CONEXIONADO ENTRE ALTAVOCES

Cuando a la salida de una etapa de amplificación se conecta más de un altavoz, hay que tener presente que el valor de las impedancias de carga de los altavoces conectados corresponda al valor de impedancia de la línea. Las salidas de los amplificadores están siempre preparadas para operar a determinadas impedancias de carga; según como se conecten entre sí los altavoces, este valor cambiará.

Cuando se conecten los altavoces en serie, la carga del amplificador irá a lo largo de una sola línea; para conocer el valor de la impedancia total bastará sumar los valores de impedancia nominal de los altavoces conectados. Así por ejemplo, conectando cuatro altavoces de 4 ohmios en serie, la impedancia de la línea será: 4+4+4+4 = 16 ohmios.

Este tipo de conexionado no es recomendable, ya que el primer altavoz actúa como divisor de frecuencias del siguiente, degradando la señal de audio, y así sucesivamente. Además, en el caso de que uno sólo de los altavoces deje de funcionar, la línea queda interrumpida, y todos los altavoces quedan desactivados. Cuando se conectan en paralelo, la impedancia de la combinación debe de calcularse como si se tratara de resistencias:

De esta forma, dos altavoces de 16 ohms dividirán la señal y se obtendrá una impedancia de línea de 8 ohms. Aunque esta configuración limita el número de altavoces que pueden ser conectados, tiene la ventaja de que aunque uno de ellos falle, el resto trabajará con normalidad.

 

En algunos casos se puede ensayar una conexión híbrida, que contemple los dos tipos de conexionado; usando las dos fórmulas es sencillo conocer el valor total de la impedancia en una línea cualquiera. Sin embargo subsiste el problema de la configuración en serie, y además se hace depender a muchos altavoces de una sola etapa.

PROBLEMAS EN LOS ALTAVOCES

Cuando un altavoz genera muy bajas frecuencias, la vibración del armazón o caja que lo contenga puede ser fuente de distorsión. Por ello las cajas destinadas a alojar estos altavoces deben estar construidas con materiales densos y resistentes, con un tamaño apropiado para no disminuir la eficiencia del altavoz a estas frecuencias. El recinto donde se encierra el altavoz puede disipar en exceso la energía acústica que éste genera, si su estructura no ha sido bien diseñada y construida. El altavoz debe estar perfectamente encastado en la caja, con las junturas selladas, para prevenir cualquier vibración indeseable.

Otro problema que se puede dar, tanto en los altavoces de graves como en los de medios o agudos, es la presencia en el interior de éstos de partículas sólidas. Las que ofrecen un mayor peligro son las de hierro o de acero, que atraídas por el campo magnético generado por el propio motor del altavoz, se incrustan en la bobina o en el diafragma. En el primer caso pueden ser motivo de un funcionamiento irregular, y hasta de un corto circuito en el motor; mientras que si se incrustan en el diafragma pueden rasgarlo, y empeorar el sonido que se obtenga, introduciendo vibraciones parásitas. Una limpieza de estas partículas a tiempo, nos evitará la aparición de estos problemas.

Otro defecto muy común es la formación de suciedad alrededor de la bobina y en el sistema de suspensión del altavoz; cuando esto sucede aparece una distorsión notable en las altas frecuencias, motivada por la dificultad evidente que tiene toda la parte móvil del altavoz para seguir las rápidas vibraciones que originan los tonos agudos.

En cualquier caso, cuando se advierte una mal función en un altavoz, es importante encontrar y corregir si es posible las causas que motivan este fallo. Examinando los síntomas del fallo, mediante una escucha atenta, llegamos a la evidencia física de donde está situado; esto a menudo nos permite determinar la causa y corregir el defecto.

PROBLEMAS DEBIDOS A OTROS COMPONENTES

La actuación de un procesador o de la misma etapa de potencia puede dañar, y hasta destruir, uno o más componentes de un altavoz. En estos casos resulta difícil identificar la unidad responsable del problema, a no ser que se efectúen diversas pruebas en toda la cadena de sonido.

Una fuente de problemas en los altavoces es la aparición de corriente continua en la salida del amplificador; este fallo se hace más evidente cuando ocurre trabajando con altavoces para bajas frecuencias, pero también puede notarse en los altavoces para medios o agudos, con la aparición de un zumbido de intensidad constante.

Si esta corriente alcanza una intensidad suficiente, y si además su polaridad es opuesta a la de los altavoces, puede llegar a quemar la parte motora del altavoz, tal y como sucede cuando éste ha recibido una amplificación excesiva. Si la polaridad es la misma con que opera el altavoz, el motor también puede quemarse, pero a diferencia del caso anterior el cono del altavoz suele quedarse pegado a la bobina.

Las oscilaciones de alta frecuencia generadas por algún elemento de la cadena sonora pueden dañar también a los altavoces, en especial a los destinados a las altas frecuencias. Cuando estas oscilaciones aparecen a menudo no se tiene constancia auditiva del hecho, ya que pueden tener valores superiores a los 18 Khz, con lo que entran dentro de la zona de sonidos no audibles. Estas oscilaciones pueden quemar el motor del tweeter apenas se conecte el sistema a la red, incluso en ausencia de la señal de audio. La causa de estas oscilaciones es muy difícil de detectar, por lo que comúnmente es preciso disponer de un osciloscopio, que se irá conectando primero con la salida del amplificador, para ir luego avanzando hasta dar con la unidad responsable de la oscilación parásita.

Para finalizar hay que tener presente que el orden de conexión de los diversos componentes de una cadena de amplificación debe seguir un orden determinado. La ignorancia de este hecho puede ser responsable de la destrucción de cualquier altavoz, ya sea de altas, medias, o bajas frecuencias.

Esto se debe a los picos instantáneos de señal que aparecen cuando se abre o se cierra el paso de la corriente en cualquier unidad (mesa de mezclas, procesadores, filtros activos, ecualizadores). Estas subidas de tensión pueden pasar por las etapas, y aunque los potenciómetros estén en "0", pueden recibir una amplificación instantánea que afecte a los motores de los altavoces.

El orden correcto que debe seguirse es el siguiente: Cuando se conecte todo el sistema los amplificadores se conectarán en último lugar, cuando se desconecte el sistema los amplificadores serán los primeros en ser desconectados.

De esta forma se evitará que estos picos instantáneos generados por los procesadores de la señal, cuando se conectan o desconectan, lleguen hasta los altavoces.

Carles P. Mas