'Purple Haze' fue la canción con la que Jimi Hendrix llegó de verdad a la escena musical. Llamó la atención con sus deslumbrantes presentaciones en vivo, y el primer sencillo de The Jimi Hendrix Experience, 'Hey Joe', alcanzó el puesto número seis en las listas del Reino Unido. Sin embargo, 'Hey Joe' fue una versión escrita por Billy Roberts, y Hendrix se apresuró a decirle a la prensa que el seguimiento de la banda sería completamente diferente.
En diciembre de 1966, el mánager y productor de la banda, Chas Chandler, escuchó a Hendrix jugando con material nuevo: “Lo escuché tocar en el piso y me quedé inconsciente. Le dije que siguiera trabajando en eso, diciendo: '¡Ese es el próximo sencillo!'”, recordó.
Chandler imploró a Hendrix que desarrollara el riff en una canción completa, y en el camerino de un local de Londres antes de un concierto en el Boxing Day, se hizo. Curiosamente, Hendrix discutió los orígenes de 'Purple Haze' en numerosas ocasiones a lo largo de su vida, pero nunca dijo dónde se escribió realmente la canción.
El 11 de enero de 1967, la banda comenzó el proceso de grabación de 'Purple Haze' en los estudios De Lane Lea. Según un relato del baterista Mitch Mitchell, él y el bajista Noel Redding aprendieron la canción mientras estaban en el estudio: “Hendrix entró y nos tarareó el riff y le mostró a Noel los acordes y los cambios. Lo escuché y dijimos, 'OK, hagámoslo'. Lo conseguimos en la tercera toma, según recuerdo”.
Sorprendentemente, las pistas básicas se capturaron en solo cuatro horas. La nueva tecnología de grabación multipista ahora permitía a los ingenieros grabar y agregar partes adicionales para el máster final, por lo que una vez que se establecieron los conceptos básicos, la banda tuvo espacio para aumentar la canción de la forma que consideraron adecuada y se aliviaron las presiones de tiempo.
Chandler comentó sobre el desarrollo de la canción más allá de las etapas básicas:
“Con 'Purple Haze', Hendrix y yo buscábamos un sonido y seguíamos regresando (al estudio), dos horas seguidas, tratando de lograrlo. No era como si estuviéramos allí durante días y días. Lo grabamos, y luego Hendrix y yo estábamos sentados en casa diciendo: 'Probemos eso'. Luego entrábamos por una hora o dos. Así era en esos días. Cualquiera que sea el tiempo que tomó grabar una idea específica, ese es el tiempo que reservamos. Seguimos entrando y saliendo”.
Famosamente, Redding y Mitchell no fueron necesarios para el proceso de doblaje porque Chandler pensó que entre él y Hendrix, podrían terminar la pista de una manera más eficiente en el tiempo. Queriendo un corte de mejor calidad, Chandler llevó la cinta básica de cuatro pistas a Olympic Studios, donde se completó el proceso de sobregrabación. Esta iba a ser una decisión importante, ya que en Olympic se les asignó el ingeniero de sonido Eddie Kramer, quien sería una influencia decisiva en las pistas futuras de Hendrix.
Hendrix agregó nuevas voces y partes de guitarra durante la primera semana de febrero de 1967. Esforzándose por crear algo genuinamente pionero, Chandler hizo uso de los nuevos efectos y sonidos que se ofrecían. La mente maestra de Geordie enriqueció los sonidos de fondo al reproducirlos a través de auriculares, que se movieron alrededor de un micrófono de grabación creando "un eco extraño". Chandler también utilizó partes de guitarra aceleradas grabadas a la mitad de la velocidad, lo que elevó el tono. Además, también experimentó con la panorámica, lo que ayudó a dar la sensación fantasmal icónica a los ruidos de fondo.
Esta experimentación también sería el nacimiento del sonido característico de Jimi Hendrix. El solo de guitarra de lamentos fue el primer uso de la unidad de efectos de guitarra Octavia. Fue creado por el ingeniero de sonido Roger Mayer y desarrollado con el aporte de Hendrix. Duplicar la frecuencia del sonido que se alimenta le dio al sonido emitido una octava superior. En el futuro, Hendrix había encontrado su estilo e inspiraría a legiones en el proceso.
En muchos sentidos, un disparo en la oscuridad, la experimentación en el estudio combinada con la genial habilidad para escribir canciones de Hendrix terminaron creando el ícono musical que todos amamos hoy. 'Purple Haze' fue la primera muestra adecuada de todas las maravillas que aún estaban por venir del nativo de Seattle.
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