Cuando un músico o un cantante se desplace de lugar por el escenario, el cable del micro puede suponer una dificultad para efectuar libremente estos movimientos. Para superar esta limitación, la industria electrónica presentó a comienzos de la década de los 70 el sistema de microfonía inalámbrica.
Un sistema inalámbrico consiste en un micrófono que lleva adosado un transmisor de radio, y de un receptor que recibe a distancia la emisión del sonido captado por el micro.
La cápsula microfónica y la emisora pueden estar contenidos en el mismo cuerpo del micrófono; el cual también alberga una pila para alimentar al transmisor de radio. La antena de este transmisor puede quedar fuera del micrófono, y tener el aspecto de un cordel que cuelga; o bien albergarse en el interior del micro, tal y como sucede con la mayoría de modelos recientes.
En otros casos el cuerpo del transmisor está separado de la cápsula microfónica, pero unidos entre sí por el cable portador de la señal de audio. Este es el caso de los micros inalámbricos destinados a captar el sonido de diversos instrumentos musicales, en que para evitar que el cuerpo del micro tenga un volumen exagerado, la cápsula microfónica se fija en el instrumento y un pequeño cable dirige la señal hacia la unidad transmisora, que suele colocarse en un bolsillo del músico. Estos sistemas incorporan un micro tipo lavalière, o de corbata, cuyo pequeño tamaño los hace muy aptos para estas aplicaciones.
La unidad receptora es la que se encarga de captar la emisión, vía radiofrecuencia, de la señal que proviene del transmisor. Para funcionar precisa estar conectado a la red eléctrica, o bien estar alimentado por una pequeña batería o pila. El receptor acostumbra a disponer de un regulador que sirve para controlar con precisión la frecuencia de recepción, ya que la frecuencia con que emite la unidad emisora suele ser fija, y estar especificada en cada modelo.
Los modelos más recientes de micrófonos inalámbricos permiten una elevada distancia entre el emisor y el receptor, pudiendo en algunos casos distar más de 70 metros, sin que ello suponga una merma en la calidad de la señal transmitida.
Figura 24. |
No existen aún unos márgenes internacionalmente definidos para las comunicaciones de los sistemas inalámbricos de microfonía. Esto significa que, en teoría, los micros inalámbricos pueden transmitir por cualquier banda de frecuencias. No obstante, y para evitar ciertos márgenes de frecuencia ocupados por transmisiones militares y oficiales, las frecuencias más utilizadas por los fabricantes son las que aparecen en la figura 25.
Figura 25. |
Problemática de la Microfonía Inalámbrica
Son dos los problemas que se presentan con mayor frecuencia cuando se está utilizando uno o varios sistemas de micros inalámbricos: Las interferencias y las pérdidas de señal.
La interferencia causada por otra emisión de radiofrecuencia es uno de los problemas más molestos y de más difícil resolución que se pueden presentar. Que no exista este tipo de problema en un lugar no implica el que no vaya a aparecer cuando se actúa en otro sitio, ya que las frecuencias de emisión de radio, TV, radiotaxis, etc... varían de un sitio a otro. Estas interferencias pueden ocurrir tanto si se transmite por VHF como si se hace por UHF.
La pérdida momentánea de recepción por parte del receptor es otro de los problemas más frecuentes, y que puede estar motivado por diversos factores. Estas pérdidas de señal, conocidas en el lenguaje técnico con la denominación de "dropout", tienen características diferentes cuando se transmite por la banda de VHF a cuando se transmite por UHF: en esta última banda las zonas donde ocurre el "dropout" están bastante definidas y ocupan poco espacio, de forma que si el músico portador del micro emisor se mueve un poco, este problema suele desaparecer.
La pérdida de recepción puede ser debida, en algún caso, a que el emisor esté demasiado alejado del receptor, o bien a que existan diversos obstáculos entre uno y otro. Una relocalización del receptor, para acercarlo algo más al emisor, puede ser una solución; así como también intentar que entre las dos unidades existan el menor número de obstáculos físicos.
Es importante considerar que sólo una pequeña parte de la potencia emitida por el micro emisor llega al receptor, ya que el emisor irradia la señal en todas las direcciones simultáneamente, dependiendo la efectividad del sistema de la eficiencia y situación de la antena receptora. Es absolutamente recomendable que las pilas que alimentan al transmisor emisor del micro estén siempre a plena carga, como medida preventiva de cualquier pérdida en la emisión.
La eficiencia de un sistema inalámbrico puede verse afectada por los diversos obstáculos físicos que pueda haber entre emisor y receptor. En estos casos un pequeño cambio de posición del receptor, o bien de la posición de la antena puede mejorar la recepción, aunque no siempre sucede así.
Otra posible causa de interferencias es la proximidad de sistemas de iluminación, cámaras de TV, o de objetos metálicos que puedan reflejar las señales de radiofrecuencia. Cuando esto sucede las señales reflejadas pueden cancelar o realzar la señal directa, ya que llegan con una relación de fase distinta, y el resultado es una recepción repleta de altibajos sonoros.
La utilidad de las antenas con una ganancia elevada mejora la relación señal/ruido de la transmisión, reduciendo la posibilidad de que se produzcan interferencias y cancelaciones en la transmisión. En algunos casos, incorporar una antena de alta ganancia al elemento receptor puede ser una solución sencilla y relativamente económica.
Otra posible solución es la de situar el receptor más cerca del emisor, cuando otras soluciones alternativas ya hayan sido desechadas. Se trataría, pues, de disponer el receptor a medio camino entre el emisor y las tomas microfónicas; y unir mediante el cable correspondiente la salida del emisor con las entradas de micro. Acortar el camino de la señal emitida puede solventar el problema en múltiples ocasiones.
En algunos sistemas inalámbricos es posible que, a causa de algún motivo, sea imposible eliminar del todo el "dropout" de la señal de audio, utilizando una sola antena. La técnica que se tendrá que ensayar, en todos estos casos, es la llamada de recepción diversificada. La idea es muy sencilla, se trata de situar por todo el espacio escénico dos o más antenas unidas entre sí al receptor microfónico; diversificar los puntos de recepción suele mejorar el funcionamiento de un sistema inalámbrico. Si bien este sistema no puede asegurar totalmente una recepción perfecta, lo cierto es que incorporar un sistema receptor con antenas múltiples es el mejor sistema para prevenir la aparición de puntos muertos durante la transmisión microfónica.
Carles P. Mas