Drivers ASIO

Vicente Frías
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Audio Stream Input/Output (ASIO) es un protocolo de ordenador para audio digital creado por Steinberg. La función de estos drivers es realizar la comunicación entre el software (el secuenciador) y  el hardware (tarjeta de sonido, controladores externos, etc.). Haciendo uso de este protocolo, el ordenador puede trabajar con dicho hardware y reconocer todos sus interfaces de entrada/salida, así  como realizar configuraciones en el propio hardware. 


Windows inicialmente provee de unos drivers creados por Microsoft para controlar el hardware básico de audio que trae un ordenador. Estos drivers se llaman DirectSound. Con ellos se puede tener acceso a los puertos de entrada y salida de audio, pero cuando se intenta realizar algún trabajo profesional se evidencia su falta de estabilidad ya que no son profesionales. Además tienen una gran latencia en la monitorización del audio debido a que son lentos en la transmisión de datos entre el ordenador y los dispositivos. Es por ello que se hace necesario contar con unos drivers adecuados, y en este caso los drivers ASIO nos permiten tener una estabilidad y una latencia mínimas para poder abordar aplicaciones y proyectos profesionales.

Se puede descargar una versión del driver ASIO (ASIO4all) gratuito y que mejoran considerablemente el rendimiento del ordenador. De todos modos, ASIO provee de información a los fabricantes de tarjetas de sonido profesional para que creen el software y los drivers compatibles con la tecnología ASIO. 

El hecho de que sea más fluida la comunicación entre programas y hardware hace que se reduzca la latencia (puede llegar a ser menor que 2 milisegundos) de monitorización. La latencia de monitorización es el tiempo que el ordenador necesita para gestionar las entradas, procesarlas y direccionarlas hacia algún interfaz de salida para su reproducción. Es preciso trabajar con latencias  muy bajas para así evitar molestias a la hora de grabar. Por ejemplo, un músico que desea escuchar su instrumento junto a los demás mientras graba necesitará una latencia baja. Si fuera alta escucharía su instrumento cierto tiempo después de ejecutarlo, y eso le incomodaría a la hora de tocar. Latencias superiores a 10 milisegundos, según el instrumento que se ejecute, entorpecen gravemente una grabación. Por el contrario, durante un proceso de mezcla, donde no es necesaria una monitorización instantánea, no importa trabajar con latencias superiores. Y de hecho lo serán, porque a medida que se cargan procesadores y plugins en el secuenciador, el ordenador debe ejecutar cada vez más órdenes, lo que implica mayor tiempo de procesamiento. Los secuenciadores permiten gestionar la latencia del sistema aumentando o reduciendo el “buffer” de salida, que suele trabajar en muestras. Por ejemplo, ajustando el buffer a 256 muestras en un proyecto que trabaja a 48 kHz se obtiene una latencia de salida de aproximadamente 5.4 milisegundos, válido para el proceso de grabación. A medida que se introduzcan procesadores, ese buffer no será suficiente para realizar todos los procesos en ese tiempo y se deberá ser aumentado, por ejemplo, a 1024 muestras, donde la latencia sería aproximadamente de  21.4 milisegundos, no apto para uso en grabación pero si en postproducción

Aún así, incluso con los controladores ASIO, no se puede impedir que una vez agregados  cierto  número de efectos, procesadores, instrumentos virtuales, etc., el ordenador se colapse. Esto es debido a que existe un límite de procesos ejecutables, el cual es dependiente de la potencia del ordenador así como de la propia tarjeta y los controladores que gestionan la relación entre ambos.

Alejandro Turrión Pérez

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