La aplicación más común para unos auriculares en un estudio es la de monitorizar la reproducción musical mientras grabas. Ya sea que vuelvas a escuchar los temas que ya hayas grabado, o que quieras oírte a ti mismo por encima de los demás, es crucial poder escuchar lo que estás haciendo. Esa idea es bien obvia en el caso de los vocalistas pues éstos necesitan oír todo el tema, oírse a ellos mismos con claridad, y que el sonido de los monitores quede aislado del micrófono. Hay raras excepciones en las que no importa que el cantante compruebe cómo queda el sonido a través de los monitores a la vez que le estás grabando, pero si quieres que su trabajo esté libre de todo tipo de derrame sonoro, necesitarás auriculares que les permita a los músicos oírse a sí mismos, pero que eviten que el micrófono capture ese sonido.
Producir, mezclar, o masterizar con auriculares siempre ha sido un tema de debate, pero hay personas que se ven obligadas a ello debido a su peculiar entorno de mezcla o demás circunstancias. Si tu estudio posee paredes delgadas o te gusta trabajar de noche, quizá tendrás que plantearte usar auriculares. No es para nada el modo ideal de trabajar, pero iremos viendo cómo mejorar el proceso a lo largo de este artículo.
Tipos de auriculares
Los auriculares se dividen en dos categorías principales: auriculares situados sobre el oído "on-ear" y los colocados dentro del oído "in-ear". Los primeros cubren todo el oído y los otros se introducen dentro del canal auditivo. Los auriculares ‘in-ear’ (como los usados en los reproductores de MP3) tienen poca aplicación en el audio profesional pues apenas sirven para algo más que comprobar el sonido general de una mezcla. La excepción a esta regla es el monitor ‘in-ear’ (IEM), una especie de auricular ‘in-ear’ de gran calidad diseñado para su uso con un transmisor/ receptor inalámbrico para que los artistas monitoricen sobre el escenario –y a veces en los estudios. Los modelos IEM poseen altos niveles de aislamiento del ruido ambiental y niveles muy bajos de “derrame” –la cantidad de sonido que se escapa de los auriculares– y ambas facetas se prestan bien a su uso por cantantes.
Los auriculares ‘on-ear’ son los que más te pueden interesar y suelen presentar dos formas. En los auriculares “circum-aurales” el casco posee la forma de una gran taza que cubre todo el oído. Es el tipo más común de auricular de estudio pues su forma asegura que el sonido no se derrame hacia el micrófono. La otra alternativa es el diseño “supra-aural” situado en la parte superior del oído. Pesan menos, pero ofrecen menos aislamiento del sonido ambiental y un derrame sonoro mayor.
La inmensa mayoría de auriculares de estudio emplea un driver de bobina móvil que opera en forma similar a un altavoz: la señal de audio pasa a través de un alambre enrollado unido a un diafragma. El alambre de voz está suspendido en el campo magnético de un imán fijo. Cuando lo atraviesa una corriente, el campo magnético inducido por el alambre hace que el diafragma se mueva y eso genera ondas sonoras. El proceso es similar al que usa el driver de un altavoz, aunque el auricular usa un diafragma más delgado y ligero que el pesado cono de papel de los altavoces. El transductor de cada auricular es muy similar al de un micrófono dinámico –, recordarás el artículo sobre micrófonos donde decíamos que éstos funcionaban como altavoces rudimentarios y viceversa.
Aspectos clave
Quizá la variable más importante para elegir unos auriculares de estudio es saber si optarás por un diseño abierto o cerrado. Los diseños cerrados encapsulan de forma completa la parte trasera del diafragma, pero los diseños abiertos la dejan más expuesta. Por eso, los diseños cerrados (sobre todo los de tipo circum-aural) exhiben un gran aislamiento del ruido exterior y menor derrame. Al grabar, es del todo indeseable que se produzca derrame desde los auriculares y por eso los diseños cerrados son la elección más obvia. Debido a que aíslan el ruido exterior de forma más eficaz, también son preferibles cuando los músicos necesitan oírse a ellos mismos por encima de los demás sonidos. La pega más importante es que a los diseños cerrados les cuesta trabajo reproducir los transitorios graves, con lo que generan un sonido grave retumbante.
Los auriculares abiertos se diseñan para que el diafragma se mueva de forma más libre y suelen ofrecer un sonido más preciso que los diseños cerrados. Por eso, el sonido suele ser más claro, más preciso, y con unos graves menos retumbantes. Si el aislamiento es una prioridad, los diseños abiertos no serán una buena elección. Si por el contrario no es tan relevante, un diseño abierto quizá te de un sonido más preciso y claro y eso les hace ser válidos para algunos propósitos. Si te ves obligado a mezclar usando auriculares, quizá debas optar por un diseño abierto. Incluso así, sólo recomendamos que mezcles con auriculares como último recurso, (aunque eso seria otro tema de debate que podrás encontrar en "Mezclando con Auriculares").
Las demás razones de la elección de auriculares se deben a factores más obvios: cómo suenan y que volumen poseen. Además de la respuesta general en frecuencia, el nivel de salida estimado, y demás características sonoras –todo lo cual sólo es discernible a través de la comparación directa– deberías considerar su impedancia. Si todo lo demás es igual, los auriculares con una impedancia menor sonarán más altos, pero si la amplificación que uses para los auriculares maneja bien la impedancia, entonces no habrá problema alguno.
Un factor menos obvio y que mucha gente no tiene en cuenta es el asegurarse de que haya repuestos disponibles. Los auriculares siempre están expuestos a sufrir daños en un estudio y si puedes reparar los daños, eso te ahorrará mucho dinero a la larga. Quizá eso te obligue a gastar algo más de dinero de primeras, pues los fabricantes no suelen ofrecer repuestos, pero cuando arregles los auriculares por vez primera, te confortará saber que te habrás ahorrado el precio de unos nuevos.
Amplificadores y “Crossfeed”
Como sucede con los altavoces, la amplificación es esencial para sacar el mayor partido a los auriculares. Los amplificadores de alta calidad generan un sonido más claro y preciso tanto en auriculares como en altavoces. La potencia es otro factor clave para lograr una señal lo bastante alta de los auriculares. Si estás grabando un instrumento alto (como la batería) tendrás que poder oírte por encima de él. Por eso, la potencia es un factor vital al elegir un amplificador decente de auriculares para monitorización. No sirve tener un amplificador muy preciso para unos auriculares si no lo puedes oír porque su volumen no llegue tan alto. La impedancia juega aquí un importante papel pues es inútil elegir un amplificador de auriculares que no haga trabajar a tus auriculares (o vice versa). De nuevo, si usas auriculares de buena calidad y un amplificador de auriculares de buena calidad, es improbable que acabes teniendo problemas.
Aunque no es una tecnología muy conocida, hay un aspecto bastante descuidado que poseen algunos amplificadores de alta gama para auriculares y que te será muy útil si vas a mezclar con auriculares. ‘Crossfeed’ es una técnica usada para crear una imagen estéreo más realista al usar auriculares. Cuando oyes un par de altavoces, no oyes realmente el canal izquierdo en tu oído izquierdo y el canal derecho en el derecho. Aunque si piensas en ello verás su obviedad, uno de los mayores fallos de los auriculares es que crean un equivocado balance estéreo. El resultado es que la imagen estéreo general será muy diferente a la oída en los altavoces.
La técnica ‘crossfeed’ intenta resolver este problema mezclando parte del canal derecho en el oído izquierdo y parte del canal izquierdo en el derecho. Este proceso altera mucho las frecuencias graves y suele incorporar un retraso temporal en la señal con ‘crossfeed’ para dar cuenta del hecho de que el sonido del altavoz derecho tardará un poco más en llegar al oído izquierdo que al derecho. El efecto general hace que los auriculares suenen mucho más cercanos a los altavoces o a los monitores de estudio. De nuevo, si tienes que mezclar con auriculares, deberías considerar un buen amplificador de auriculares con ‘crossfeed’ para acercarte al sonido que oyes desde los monitores.
Ya sea que grabes, mezcles, o sólo quieras comprobar cómo sonarán tus temas en un reproductor de MP3, la correcta selección de los auriculares y de unos amplificadores adecuados te ayudará a oír exactamente lo que deseas.
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