Los sistemas de reproducción y/o refuerzo de sonido tienen
una función básica: hacer que una fuente sonora, sea música programa, voz, o
instrumento musical, tenga mayor presión sonora. Que esto se cumpla con éxito
depende mucho de las consideraciones que se toman antes de elegir o adquirir un
sistema de sonido.
Determinar La
Aplicación
La pregunta más importante que podemos hacer referente al
sistema de sonido probablemente será; ¿Para qué se va a usar el equipo?
Las necesidades de un equipo para una instalación fija de
interiores como una discoteca o un teatro serán bastante diferentes que las de
un equipo móvil que se montará al aire libre. Por esta razón es necesario
definir la aplicación concreta que se va a dar al equipo. Un equipo móvil debe
ser robusto, con un acabado duradero (preferiblemente alfombrado), ligero, fácil
de transportar y rápido de montar. En un sistema fijo para interiores es importante tener un
sistema fácil y seguro de suspender las cajas. Los acabados (como la pintura)
deben permitir una limpieza fácil que no absorba olores (humo, cerveza, etc.) y
que se integren visualmente con la estructura arquitectónica del local.
Aun así, hay cosas que hay que tener en cuenta, cosas
comunes para todos los equipos independientemente de que se instalen en
interiores o exteriores. Debemos considerar la respuesta en frecuencia que
vamos a necesitar, los niveles medios y máximos de presión sonora que serán
requeridos del sistema y los ángulos de cobertura necesarias para cubrir de una
forma eficaz el área de escucha. Teniendo claro estos factores, podremos elegir
el equipo correcto en función de su respuesta, sensibilidad y características
direccionales.
Alimentación
Todo equipo de sonido necesita amplificación para aumentar
el nivel de presión sonora de la fuente original. Cuando se elige un
amplificador o amplificadores para un sistema de sonido, hay que tener en
cuenta un número de factores. El más importante es que el amplificador tenga la
potencia necesaria, de lo contrario el sistema no podrá desarrollar el máximo
nivel de presión sonora. Cuando a un amplificador con capacidad inferior a la
requerida se le exige más potencia de la que fue diseñado a producir, el amplificador
empieza a distorsionar o “clipar” (clipping).
Los efectos del clipping son extremadamente negativos para
todos los transductores del sistema estresándolos más que un amplificador
grande que no llega a clipar. Más alarmante aun, es el incremento importante
del nivel medio de potencia que reciben todos los componentes del sistema, el
cual puede provocar la destrucción térmica de las bobinas.
Por el lado contrario, tampoco es prudente usar un
amplificador excesivamente grande ya que se hace demasiado fácil destruir el
altavoz térmicamente por exceso de potencia o mecánicamente por sobre
excursión. Por regla general, se recomienda usar un amplificador con una
potencia 1.2 a 1.5 veces la potencia RMS del altavoz. Por ejemplo, para un
altavoz D.A.S. modelo G-35, se podría usar un amplificador que diera de 600 a
750 vatios continuos. El amplificador dispondría de potencia suficiente para
picos en el programa musical sin llegar a distorsionar ni exceder la potencia
pico del altavoz. Se puede incluso usar relaciones superiores si no se satura
el amplificador.
Manejo
El manejo del sistema tanto del punto de vista técnico
como el físico (para equipos móviles) también será de gran importancia a la
hora de elegir equipo. La mayoría de las empresas que fabrican sistemas de
sonido ofrecen sistemas pasivos (full range), sistemas bi-amplificados y
sistemas tri-amplificados. Todos tienen su aplicación en el sonido profesional.
Pequeños equipos portátiles obviamente no necesitan
utilizar multi-amplificación para cumplir con su función. Tienen que ser
ligeros y manejables y no necesitan el lastre de racks montados con un
amplificador pesado para cada vía. La facilidad de transporte, simplicidad de
montaje y economía son las ventajas principales de los sistemas pasivos, especialmente
en equipos móviles.
Sistemas de bi o tri-amplificación ofrecen un número
importante de ventajas. La ventaja principal es que en un sistema activo,
dividiremos las diferentes frecuencias del programa musical antes de ser
amplificadas por medio de un circuito electrónico para luego, repartirlas a sus
correspondientes amplificadores. Al dividir el programa musical en rangos de
frecuencias apropiados para cada tipo de altavoz que compone el sistema,
podemos concentrar la energía del amplificador de que disponemos, en una banda
de frecuencias estrecha (graves, medios, agudos), aumentando la eficiencia de
cada vía y el margen de cada amplificador reduciendo la distorsión por
saturación del mismo.
Pero no todo son ventajas. Hay también inconvenientes de
índole económica y logística. Cuantos más amplificadores hay que usar para un
sistema que reproduce la gama completa de frecuencias, más cara será nuestra
inversión en electrónica y esto puede ser muy significativo. También aumenta la
inversión en cables, conectores, divisores activos, y racks de transporte.
Aunque parece mentira, esto puede tener un costo similar al amplificador.
Cuanto más complicado sea el sistema, más fácil es tener
algún tipo de problema técnico ya que se multiplican los componentes del mismo.
Hay más amplificadores, más cables y más componentes que se pueden averiar. A
nivel logístico, hay que tener muy en cuenta el peso añadido que tendremos que
mover y lo que eso supone a nivel de gastos en transporte y personal.
Conectores y Cables
Ya hemos gastado todo el dinero que teníamos en el equipo
y aun hay que comprar conectores y cables. “Bueno esos jacks de un Euro
bastarán”. Grave error. Los problemas vienen normalmente por componentes del
equipo de audio tan simples como pueden ser los cables de de conexión. A
primera vista parecen de poca importancia. Se centra mucha más atención en los
amplificadores, altavoces o periféricos como ecualizadores, crossovers, delays,
etc. ¿Pero qué pasa cuando la señal no llega? ¿Qué importancia tiene el cable
entonces? Obviamente toda. Sobre un escenario puede haber cientos de cables de
todo tipo. Nunca se debe pensar en ahorrar dinero en los cables o los
conectores.
Cables de Señal
Para micrófonos y cable de señal, siempre se debe
usar con malla o pantalla (shielded). Cualquier ruido que entre en el cable
será amplificado con la señal enviada. El propósito de la malla es interceptar
los campos electroestáticos y enviarlos a tierra para que no entren en el
conductor o conductores que llevan la señal. Para instalaciones fijas, cable con forro de
aluminio es preferido. Este tipo de cable ofrece un 100% de capacidad de
rechazo pero desafortunadamente no tiene mucha flexibilidad, deteriorando rápidamente
la capacidad de rechazo si se flexiona mucho. Por esta razón los cables de
señal con malla trenzada son preferibles para equipos móviles de sonido.
Cables con un conductor se usan en circuitos
desbalanceados y desbalacearan circuitos balanceados. Cables con doble
conductor se utilizan principalmente en circuitos balanceados aunque se pueden
usar en circuitos donde una salida balanceada va a una entrada desbalanceada.
Las líneas balanceadas ayudan a eliminar ruidos y reducen la perdida de señal
en recorridos largos de cable. Los dos conductores centrales llevan la misma
señal pero con la particularidad de que tienen la polaridad opuesta. Si un
ruido intenta penetrar el cable, aparecerá con igual intensidad de voltaje y
polaridad en ambos conductores. La circuitería de entrada está diseñada para
reconocer solamente las diferencias de voltaje entre ambos conductores y por
consiguiente, el ruido es rechazado por el circuito.
Ecuación de Rechazo
Común:
(+V+R) – (-V+R) = 2V
Cable de Altavoz
El caso de los cables de altavoz es diferente. Aquí el
nivel de señal es tan alto que no requiere malla. Los cientos a miles de vatios
que se envían a través de los cables de altavoz requieren unas consideraciones
muy diferentes a los cables de señal donde los niveles se miden en microvatios
y milivatios.
Obviamente la sección del cable tiene que ser mayor para
manejar el aumento de corriente y minimizar perdidas de potencia. Esto aumenta
el peso y costo del cable. Curiosamente, las necesidades de cable para altavoz
no son muy distintas a las que se necesitan para corriente alterna. Por eso el
cable que se usa generalmente es cable eléctrico de 22VAC. Debe ser flexible,
preferiblemente con funda exterior de goma que mantiene la flexibilidad en
temperaturas frías.
Conectores
El conector ideal debería ser fácil de usar, difícil de
desconectar accidentalmente e introducir poca resistencia. Aquí como en el
cable, vale la pena invertir el dinero en comprar conectores de calidad ya que,
a la larga ahorraran muchos dolores de cabeza, tiempo perdido y dinero.
Recomiendo los conectores Neutrik, son los más fáciles de usar, de muy buena
calidad y los que ofrecen mayor garantía.
Roberto Giner